Las castañas son típicas del otoño. Son también la base de delicias gastronómicas muy valoradas a nivel mundial. Faltan pocos días para San Martín, aquí le vamos a dar a conocer su origen, así como sus múltiples usos culinarios.
En Costa Verde, ya que somos fabricantes de porcelana de excepcional calidad, nos interesamos por el emplatado y el mise en place. Pero también le prestamos atención a la forma en que los alimentos son elaborados y a su valor nutricional.
La castaña es un fruto que tiene su origen en diversas geografías, como en Asia y el Sudeste Europeo. Al tener un gran contenido calórico, ya los griegos y los romanos la preservaban. Su presencia era habitual en los más refinados eventos y banquetes.
En la Edad Media, el Clero incluía en su dieta este fruto, que alguna vez se molía y era procesada como harina. También en el Renacimiento, en Europa sobre todo, la castaña tuvo un papel muy importante, habiendo llegado finalmente a Portugal.
Porque otoño es sinónimo de tiempo fresco, de días más cortos y de las primeras lluvias, recordamos que también la gastronomía se adecua a las alteraciones climáticas. Por ello, en este artículo, nos dedicamos a un bocado típicamente otoñal: las castañas asadas.
La castaña es bastante querida gastronómicamente, habiéndose usado en asados en el horno y en sopas. También después de hacer harina, se puede también usar en tartas y en un gran número de recetas.
Las posibilidades son infinitas. Aun así, y porque además es otoño, proponemos que las haga de la forma más primitiva y natural, y probablemente la más sabrosa. O sea, simplemente asada sobre el fuego.
Descubra los 7 pasos para preparar y degustar unas deliciosas castañas asadas:
El corte debe tener solo 3 milímetros de profundidad.