Porcelana es uno de los productos cerámicos más duros, toda vez que cuenta en su composición con feldespato y cuarzo. Estos dos minerales siguen en la escala Mohs (que cuantifica la dureza), al diamante, al corindón y al topacio, los minerales más resistentes del planeta.
No es por casualidad por lo tanto, que en nuestras casas como en los hoteles y en los establecimientos de restauración, los servicios de vajilla están compuestos por piezas de porcelana. La resistencia, la blancura y la durabilidad de los materiales hace de la porcelana la atracción principal de cualquier sala o cocina.
La porcelana es obtenida a través de un proceso de fabricación complejo y riguroso que le proporciona impermeabilidad y dureza y que permite su adaptación a diferentes gustos y contextos.
Las opciones de creación de las piezas en porcelana son infinitas y no se ciñen a los servicios de mesa tradicionales. Cada vez más encontramos en salas y cocinas artículos con diseños modernos, que realzan los alimentos que en ellos se sirven o almacenan. La estética está teniendo cada vez más importancia y con ello a ayudar a hacer de la gastronomía un arte. Pero no por esto la resistencia puede ser descuidada.
La tendencia en el mercado profesional por líneas de menor grosor nos ha llevado a una discusión estéril en torno a la resistencia y a la elegancia de las vajillas de porcelana.
¿La porcelana de hotel o de uso profesional debe ser resistente o elegante?
La discusión es antigua, pero el peso no puede recaer en una sola de estas características. La porcelana puede ser resistente y elegante simultáneamente, siempre que la elección recaiga entre los productos de mayor calidad en el mercado.
Las dos últimas décadas quedaran marcadas por las diferentes tentativas de desarrollar líneas más finas, sin perder la resistencia de los materiales. El objetivo pasa por tener piezas con menor grosor, pero igualmente resistentes a los impactos mecánicos y a las agresiones químicas, como el conocido metal marking.
Costa Verde, como importante fabricante mundial de porcelana para el mercado profesional -food service-, ha desarrollado líneas en las que priman la resistencia y que están asociadas a la elegancia y al toque suave que solo la porcelana consigue tener. Se puede decir, que la combinación de resistencia y elegancia son el sello de la porcelana profesional. El mercado ya no lo exige del producto de porcelana, es algo que espera encontrar.
Con la realización frecuente de test de impacto en los bordes, resistencia de las asas y el metal marking, algunos de ellos realizados por laboratorios independientes, Costa Verde garantiza un producto de calidad y con diseño moderno. Pero más importante que eso, para esta área estratégica de negocio, es que asegura un producto que va al encuentro de las necesidades de cualquier chef, director de f&b o director de hotel. Costa Verde va mucho más allá que un mero proveedor, más que un fabricante de porcelana para hostelería y restauración, es un socio de negocios y de operaciones.