La
porcelana, por si sola da vida a una comida. Con su
belleza, su
tacto suave y la
blancura que la caracteriza, es perfecta para realzar un alimento o plato. Pero la excelencia solo es posible alcanzarla después de varios siglos de modernización en las
técnicas de producción. En este artículo le damos a conocer el
origen y la
evolución de este material refinado.
De China para Europa: El camino que ha recorrido la porcelana
La historia de la
porcelana nos lleva de los siglos VII a X, marcados por la
dinastía Tang, en China. El material
impermeable y traslúcido-en aquella época denominado
yao – nació de la mezcla de dos minerales, que continúan siendo una parte de su
composición: el
feldespato y el
caolín. Este último deriva de la palabra
Kauling, originaria de la colonia de
Jauchau Fu, en el norte del país, donde era obtenida la materia prima.
A través de un proceso bastante arcaico y sometido a un proceso de
cocción a 1450 grados centígrados, los chinos determinaron que las características del feldespato proporcionaban a la porcelana la vitrificación y el caolín aseguraba la forma de la pieza.
Fue gracias a
Marco Polo que Europa conoció la
porcelana, distribuida por la Compañía de Indias Portuguesas, francesas e inglesas. Curiosamente, solo en 1707 los alquimistas alemanes Johann Friedrich Böttger y Ehrenfried Walther von Tschisnhaus consiguieron desvelar la fórmula de la verdadera porcelana china.
Si los franceses se centraron en la blancura y la pureza de este material, los ingleses desarrollaron con maestría y precisión los acabados, haciendo de los artículos de porcelana verdaderas
obras de arte.
A lo largo de los siglos, se desarrollaron muchas mejoras en el proceso de composición de la pasta de porcelana, fomentados por los avances tecnológicos en los
equipamientos y en las
técnicas de fabricación.
Costa Verde entre las fábricas más modernas del mundo
Producida a base de
arcilla y
cuarzo, que se unen al feldespato y al caolín, la
porcelana se obtiene después de varios procesos de fabricación:
calibrado- torneado automático,
prensado isostático,
colage por inyección,
colage en moldes de yeso.
Después de una primera cocción a 1.000ºC, en un ciclo de hasta 18 horas, las piezas son cocidas nuevamente a una temperatura de hasta 1.400ºC, lo que les aporta impermeabilidad y las vuelve extremadamente
resistentes, blancas y traslúcidas. Solo posteriormente, en alto fuego, la decoración es aplicada en el vidriado, dando origen a piezas de una belleza y
calidad extraordinaria.
Costa Verde invierte mucho en
innovación. Apostamos por equipos de tecnología punta, en la mejora de los procesos y en el refuerzo de los recursos humanos. Tenemos, gracias a esto una de las más
modernas fábricas de porcelana del mundo.
Exigimos que nuestros artículos sean sometidos a
rigurosos tests. Solo así podemos asegurar un producto de
máxima calidad y con
resistencia a su utilización a gran escala y los lavados a alta temperatura.